Nómadas de la palabra: Entre la poesía y el derecho
¿Hay similitudes entre la ley y la poesía? ¿El poeta debe estar lejos de los preceptos de la ley y lo que ella implica? Basta con leer este poemario para saber que no es así. Al contrario, las coincidencias entre una y otra son exactamente las que hacen sólido el texto que el lector tiene en sus manos. La ley y la poesía son dotes que, a primera vista, se pueden poner en extremos distintos, pero son absolutamente complementarias entre sí, al igual que necesarias. Hay que saber, leer, entender, buscar los vasos comunicantes. El abogado y el escritor se alinean en el propio ritmo de la vida; pero el abogado que además es poeta nos ofrece una mirada manifiesta de esa sutil conjunción entre el derecho y la poesía, y el espacio para el intercambio y la reflexión que debe existir entre ambas disciplinas. Ejemplo de estas afirmaciones son las obras selectas de Duque Corredor, Pesci Feltri y Reverón Boulton que recopila este libro, donde los autores -respectivamente- declaman que "Gobernarse a sí mismo es libertad / como las aves, los peces y potrillos / que en las nubes, olas y sabanas / vuelan, nadan, corren"; aluden "a la ciudad derrotada que al parecer soy yo"; y asientan estar listos "para dejar ir todo / para simplemente ser / no hay garantías / es lo que la vida diga". Ante el poema, la libertad se ve menos angosta, y si el que la afirma, como es este caso, tiene razones en torno a la ley, que son las mismas que las de la justicia, en su riguroso resplandor entre el alma y el lenguaje habrá llegado a buen puerto. Sirva este libro para un lector ávido y obediente al mandato de la naturaleza, vista desde un lugar más transitable, lleno de la bondad de la luz y la sombra: un espacio para indagar en la propia vida cotidiana. Daniela Jaimes-Borges