La novela sugestiva
La novela sugestiva (1930-1931) forma parte de las numerosísimas colecciones de novela corta que enriquecieron el panorama literario español de la primera mitad del siglo XX. Pertenece, además, a ese subgrupo de novela erótica o sicalíptica que, por su temática risqué, murió con la dictadura franquista. La colección La novela sugestiva es un breviario del "sexo de nuestros abuelos", parafraseando el título de Amando de Miguel. Nos cuenta, más que nada, cuáles eran las obsesiones de aquel entonces, entre ellas y en su lado más frívolo, las pantorrillas femeninas, la parte anatómica que más se resalta. Pero no todo son pantorrillas y brazos torneados, no todo son pechos marmóreos y muslos de nieve. Importan tanto o más los variopintos lugares del placer, así como los tipos masculinos y, sobre todo, porque ganan a éstos en complejidad e interés, los tipos femeninos. Por las páginas de La novela sugestiva se pasean cupletistas y cabareteras, cocotas y mantenidas, Lolitas impúberes y jamonas suculentas. Hay condesas, marquesas, campesinas, señoritas provincianas, pequeño burguesas y burguesas de alto postín. Muchas, además (o en vez) de vender sus encantos, trabajan en otra cosa, y son doncellas, modistillas o taquimecas. Y todas aman, furiosa o lánguidamente, pero siempre con cierta inocencia, y con perfecta inconsciencia. En La novela sugestiva el amor nunca es peligroso. El fantasma de la sífilis, tan presente y temido, "sólo existe en la realidad, en los volúmenes médicos y en los manuales de sexología"