Madre, nosotros tambien somos historia
En Madre, nosotros tambien somos historia, Francisco Morales Santos se revela como un exacto continuador de la poesia guatemalteca que viene desde Las leyendas de Guatemala de Miguel Angel Asturias y continuan en Otto Rene Castillo y Luis Cardoza y Aragon. El autor se propone rescatar la memoria de la ninez, de la entrana, de la placenta. Este es un canto integrado por los sonidos y visiones de la madre naturaleza: cantos de grillos, fuegos fatuos --juegos fatuos--, luciernagas y aquel otro fuego: "el de los siglos" en la noche del quiche.