Y el mundo sigue andando...
La autobiografía de Daniel Chavarría, el prolífico escritor uruguayo de profunda impronta cubana que en este libro presenta, para nuestro extremo deleite, la narración de su propia vida. Sus memorias son el relato más entretenido, sabio y desopilante que pueda llegar a nuestras manos. Un chiquilín de rica historia familiar; un joven a quien le costó completar sus estudios secundarios, postergó los universitarios, pero se formó con lo recogido de variopintos personajes que se le cruzaron por todas partes. Que fue consolidando una gran erudic ión con sus múltiples lecturas, también en otras lenguas. Se ganó la vida vendiendo libros puerta por puerta; fue obrero en la ind ustria pesada alemana, guía de arte en el Museo del Prado, buscador de oro en los yacimientos de la región amazónica, traductor e intérprete en Europa y América, hasta su culminación profesional como docente universitario en Cuba. El aventurero que enamoró y se dejó seducir por las mujeres más diversas hasta finalmente reposar en un sentimiento duradero, el amante de las corridas de tor os, el revolucionario en ciernes empecinado en servir a la humanidad más desprotegida, el padre de conciencia cuestionadora, es el que asimismo tiene la osadía de secuestrar un avión para huir en busca de la libertad o disfrazarse de monje para escapar de ser atrapado por golpistas. Todo eso es Daniel Chavarría, el prolífico escritor uruguayo de profunda impronta cubana que en este libr o presenta, para nuestro extremo deleite, la narración de su propia vida. Sus memorias son el relato más entretenido, sabio y deso pilante que pueda llegar a nuestras manos. Ya es hora de que los defensores de Cuba nos expresemos sin tapujos, y que el mundo si ga andando. Y los que vienen con cámaras a fotografiar paredes descascaradas y solares y bembés en busca de la Cuba profunda andan mal rumbeados. La Cuba profunda está en las universidades, en las escuelas de arte?, en sus treinta y cinco mil médicos que prest an servicios en el Tercer Mundo?