La orden de Malta
El presente trabajo hace un recorrido por la historia casi milenaria de la Orden de San Juan de Jerusalén, desde una óptica principalmente jurídica. Al hilo de los acontecimientos, se van mostrando los cambios que su estructura va experimentando como consecuencia de los avatares históricos. Incidiendo en su soberanía, se describe su actividad como sujeto de derecho internacional plenamente activo dentro de la Sociedad Internacional. Se hace un análisis de su singular naturaleza jurídica y sus características. A continuación, se estudia su relación con el derecho internacional, con el derecho melitense y con el derecho canónico. Finalmente se exponen una serie de conclusiones acerca de todo ello y especialmente en relación con su personalidad jurídica internacional como actor dentro de la Comunidad Internacional. Cuando se recibe la petición de redactar una presentación, hay veces que uno no sabe cómo salir decorosamente del encargo, pues, pese a las buenas intenciones del autor, no siempre éstas se plasman en una obra con la suficiente calidad y nivel científico. Hay otras veces, en cambio, como ocurre en esta ocasión con La Orden de Malta. Estatuto Jurídico Internacional, en que el cometido supone para el presentador un auténtico placer, no sólo por el nivel y calidad intrínseca de la obra, sino por el interés apasionante que en mí despierta este tema tan debatido. No en vano llevo más de quince años desempeñando el cargo de Asesor Histórico de la Orden de Malta en España, con sus ventajas y sus inconvenientes. El autor, Marcos Fernández de Béthencourt, ilustre jurista madrileño, es doctor en Derecho, académico correspondiente de la Real de Jurisprudencia y Legislación de España, que ha sido condecorado con la cruz distinguida de la Orden de San Raimundo de Peñafort. Su interés por el tema, sobre el que versa la obra, se basa, no sólo en su atracción por los estudios históricos y jurídico-nobiliarios, sino además porque pertenece como caballero de honor y devoción en obediencia a la Asamblea Española de la Orden de Malta. Se trata por tanto de un estudio desde dentro, sin que por ello el autor haya perdido ni un ápice de objetividad ni de rigor. La obra está basada en la tesis doctoral del mismo autor que, dirigida por el profesor Javier Alvarado Planas, obtuvo la máxima calificación en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) el 17 de julio de 2017. El trabajo comienza con una breve introducción, en la que el autor explica cuál va a ser el objeto de su trabajo, es decir, tratar de mostrar la evolución histórico-jurídica de la Orden de Malta a la luz de la doctrina más reciente. El análisis suponía una cuestión de gran actualidad, en aquel momento, ya que se producía pocas semanas después de que tuviera lugar la abdicación del anterior Gran Maestre a petición del Sumo Pontífice, con la consiguiente polémica sobre si el soberano de un estado podía pedir la dimisión a otro. Es cierto que, en principio, habría que pensar que no, pero no lo es menos que nos encontramos con dos casos absolutamente atípicos y sui generis en el mundo de la política mundial. Pues bien, esta tesis doctoral supone una perspectiva más, muy bien documentada, construida y argumentada sobre esta cuestión tan debatida de la soberanía de ambas peculiares instituciones. Comienza el autor estudiando, en su capítulo primero, el concepto de soberanía y su evolución, aclarando sucintamente algunos conceptos básicos actuales de derecho internacional, fundamentales para poder valorar y comprender la naturaleza jurídica de la Orden de Malta a través de su dilatada y casi milenaria historia. Este capítulo me atrevo a calificarlo de impecable y muy esclarecedor, pues nos ofrece, con especial hincapié en las peculiaridades de la Santa Sede y el Estado Vaticano, un estudio que es fundamental para comprender el carácter de la Orden de Malta, por su propia naturaleza religiosa. Prosigue el autor con un repaso a la historia de la Orden desde sus primeros pasos como una hermandad piadosa, dedicada al cuidado de enfermos y peregrinos en Jerusalén, para pasar a convertirse después en una congregación religiosa, que posteriormente alcanzará el estatuto de orden militar, con plena in-dependencia frente a la iglesia diocesana, y con sujeción exclusiva al Papa; todo ello, acompañado de una gran expansión de sus propiedades por Europa y Oriente Medio. Asimismo, se nos revelará cómo se va militarizando desde muy temprano hasta el punto de que, finalmente, serán los propios hermanos profesos quienes tomarán las armas para defender a los peregrinos y el Reino latino de Jerusalén. Esta militarización llevará consigo el nuevo carácter nobiliario de la Orden, habida cuenta de que dicha función militar era consustancial con el estamento nobiliario. Es interesante también, en esta evolución, su análisis de la bula Piae postulatio voluntatis, cuyo texto nos pone en evidencia que con ella no se creaba la congregación, como se suele afirmar por una gran parte de los auto-res, sino que ésta sólo contenía una declaración general de protección y el per-miso para elegir libremente a su superior. La bula, por tanto, como muy bien expresa el autor, implica la correspondiente promulgación de otra norma anterior, probablemente por parte del patriarcado de Jerusalén. Continúa el autor con los acontecimientos que constituyen su historia: estancia en Chipre (1291-1310); conquista de Rodas (1310-1523); gobierno de la isla de Malta (1530-1798), y con sus posteriores avatares tras la capitulación ante Bonaparte: el maestrazgo del zar de Rusia, los tratados de Amiens y París y el congreso de Viena que traerá consigo su asentamiento en Roma. Posteriormente analiza el autor, pormenorizadamente, la situación actual de la Orden de Malta, destacando como fundamental el dato de que la Orden mantiene relaciones diplomáticas con rango de embajada con más de cien países, y con otras seis a nivel de representante. Y este dato es capital, porque si estos reconocimientos no existieran, ya podríamos estar escribiendo páginas y páginas de planteamientos teóricos sobre la soberanía de la Orden, y no llegaríamos a ninguna conclusión positiva. Por fin, en los siguientes capítulos estudia la naturaleza jurídica de la Orden, su relación con el derecho canónico y con el derecho melitense. Quiero subrayar en ellos, además de su claridad de exposición, su exquisita prudencia, especialmente en temas que pueden ser conflictivos y polémicos. Quiero elogiar por último su apéndice documental, que es interesantísimo, pues en él incluye el autor la mayor parte de la normativa estatutaria de la Orden de Malta, que en raras publicaciones se pueden consultar, traducidos al español. Pese a su carácter técnico y su nivel científico, su lectura es de gran amenidad por su clara exposición y resulta de gran interés para todos aquellos lectores que quieran profundizar en el conocimiento de esta casi milenaria institución que afronta estos años iniciales del siglo XXI con plena vigencia de su ideario, con millares de miembros y cooperantes, con una amplísima actividad internacional y con rango de Estado Soberano, reconocido por la Comunidad Internacional, constituyendo una verdadera singularidad que un Instituto altomedieval, una Orden de Caballería de naturaleza religioso-militar, haya llegado vigente a la altura de nuestros tiempos.