Querida cicatriz:
Salir del maltrato es una odisea y un reto personal difícil que requiere un empoderamiento previo y, cuando lo has conseguido, tienes que lidiar con la herida. La herida del maltrato tiene dos fases, por un lado, la dolorosa herida sangrante que termina por cerrar y por otro lado, su residuo, eso que te ha cambiado para siempre, para bien y para mal. Te ha hecho fuerte pero también se ha convertido en una sombra. En este libro trato de ayudarte a trabajar tu sombra para que deje vivir y disfrutar de la vida.