NOS ROBARON EL PAÍS
Nos Robaron El País nos lleva a las entrañas de la Televisión Venezolana: a través de su narrativa, de manera muy sencilla y hasta coloquial, nos describe las personalidades de dueños y altos ejecutivos de los medios de comunicación más importantes del país. De esta manera nos podemos dar idea del perfil del magnate Gustavo Cisneros, de su hermano Ricardo Cisneros, la familia Camero de Televen. Conocemos la historia de como la Organización Cisneros se hace dueña de la concesión del canal 10 (escándalo noticioso en 1990) quién fue su testaferro, cómo estaba compuesta la asamblea de accionistas, el pleito desgarrador que hubo entre los Cameros y los Cisneros por el control total del canal, las intervenciones de los presidentes, Lusinchi, Pérez, Caldera; y del político Alfaro Ucero. Estoy seguro de que muchos periodistas y venezolanos no conocen cómo se batió el cobre entre Venevisión, Televen y Radios Caracas Televisión. Aunque no lo nombra como tal, es fácil reconocer que el autor nos habla del famoso y temido Bloque de Armas, nos coloca en la balanza la personalidad de don Armando llamado por el autor don Amoroso. Tendremos en mi concepto una visión muy ecuánime y realista de este Editor quien fundó y dirigió un emporio editorial en Venezuela abarcando otros países. Conoceremos los diferentes estilos de gerencia que hay entre los herederos de tan importante emporio, igualmente nos va describiendo hechos, situaciones, toma de decisiones de los diferentes canales de televisión donde el autor actuó como ejecutivo, en muchos casos se refiere con nombres ficticios, pero como él indica en su introducción fácil de detectar. De Venevisión conoceremos las diferentes etapas que él vivió en ese canal, desde sus comienzos con los famosos y respetados ejecutivos don Enrique Cuscó, Sergio Gómez, Rodolfo Rodríguez, un tal Charles Montesinos y Valentino Ferrero. En Televen tendremos los intríngulis (supongo yo) de los accionistas minoritarios como los muy nombrados Weinstein y Fantástico González. La fundación de Globovisión y su participación como si fuera un partido político más en la escena de los enfrentamientos contra Chávez, y prácticamente erigiéndose en el jefe opositor, valga la redundancia, de la oposición venezolana. A través de la lectura nos vamos dando cuenta de la degradación de los partidos, de la política y políticos venezolanos; cómo van cayendo en el campo de las zancadillas, donde también entran en juego las llamadas fuerzas vivas, en las figuras de esos que denominamos el grupo de los notables. Comenté este libro con amigos de la Universidad Central de Venezuela quienes me afirman: Que a parte de las situaciones e historias que se cuentan en esta obra, para ellos, es un libro muy interesante para estudiar los tipos de gerencia y los principios éticos y morales que debe poseer un ejecutivo. El autor, en los capítulos 14, 16 y 19, asombra con la explicación de cómo se nombró a un ministro de la Defensa. También analiza los golpes del 4 de febrero de 1992 y el golpe o vacío de poder del año 2002. Publica un documento histórico para la televisión venezolana con las firmas de los acuerdos de los canales de televisión para bloquear o dividir la pantalla en aquella famosa alocución del 14 de abril de 2002. Finalmente nos deja sorprendido con el relato de un juicio ante el Tribunal Supremo donde la sentencia verbal grabada, da la razón al demandante y luego 10 días después sale publicada dando la razón al demandado. En juego estaban unas cuantas centenas de miles de dólares. Dra. Luis Sánchez.