El circo de tres pistas
El circo es el mundo de la alegría y el asombro, de la magia y la fantasía -aunque también puede ser el de la reflexión. La poesía que igualmente presenta estas y otras cualidades, posee, además, un secreto: en ella todo es posible. Al unir estos dos universos, tal como el autor de El circo de Don Ramón lo hizo, la diversión es infinita, pues en este libro el único límite es la imaginación, ya que en él podrás atestiguar el resplandor de un león de neón cuya melena ilumina la pista del circo, presenciar la extremada concentración de un miope y manco lanzador de cuchillos, ver al propio Don Ramón pintar una raya más al tigre y despintar otra a la cebra, desatar el nudo en que se transformó la mujer sin huesos, convertirte en un domador de fieras vegetarianas o, simplemente, nunca dejar de ser niño. El circo de Don Ramón es testimonio fiel de que en los libros se encierran mundos, historias o los actos más inverosímiles de los que se puede ser parte y, sobre todo, la posibilidad de crear o recrear nuestro propio mundo cuantas veces queramos, ese circo de tres o más pistas donde cada día somos las estrellas de un acto distinto, que puede dejar al público --y a nosotros mismos-- con la boca abierta.