Este es el argumento central de El chico que relataba partidos de fútbol. Su telón de fondo, las peleas entre familiares peronistas y antiperonistas, el Mundial 78 y, especialmente, los delirantes días de la guerra en el Atlántico Sur. El protagonista vivirá intensamente su pasión por "el más popular de los deportes" y le servirá de refugio o de fuga ante las situaciones que deberá atravesar.
Plagada de personajes y de enseñas entrañables, haciendo equilibrio sobre la delgada línea que separa la realidad de la ficción, El chico atrapa y no suelta hasta el final. Detrás de su aparente inocencia, sin embargo ofrece una mirada sobre la Guerra de Malvinas, al mismo tiempo que reflexiona sobre los agujeros de la memoria y de las miserias del exitismo.