De allí que, al igual que en el primer número del Anuario, los trabajos y materiales reunidos combinen la crítica al falseamiento o desconocimiento de la Constitución con la relación o el inventario de acciones o proyectos adelantados por las instituciones comprometidas con el Anuario, o por otros actores, lo cual comprende una visión propositiva que no rehúsa ir explorando desde ya la ruta del deber ser en los distintos temas tratados. Hacerlo no implica querer sembrar en tierra árida, sino ser coherentes con la convicción de que, si renunciamos a los códigos y fundamentos de nuestra formación y vocación, o los posponemos, a la espera de que existan las condiciones adecuadas para que valga la pena emplearlos, seremos presas fáciles del desaliento y estaremos cooperando pasivamente con la implantación de las estructuras de dominación ideológica que rechazamos.