Desde principios del año 2020 las universidades están bajo una “nueva realidad” que demanda análisis, reflexión, actualización de procesos y un cambio.
Es preciso confesar en principio que la digitalización de todos los procesos educativos crece, y la no digitalización se está quedando aislada, debilitada.
El mundo está globalmente cambiando y todos los escenarios sufren un proceso transversal de digitalización que incita y promueve un rápido y vertiginoso reacomodo de los procesos educativos.