La vulnerabilidad es una condición inherente al ser humano. A pesar de constituir una relación
de (inter)dependencia, en las relaciones de cuidado se asume habitualmente que existe una
persona invulnerable y una persona dependiente, y que sólo la persona cuidada debe ser objeto
de atención. Sin embargo, el ejercicio de cuidados puede acarrear riesgos psicosociales en la
persona cuidadora principal, dando lugar al conocido como síndrome de carga del/la
cuidador/a, quien, en la mayoría de las ocasiones, es una mujer. El presente trabajo trata de
identificar, a través del análisis, desde una perspectiva de género, de los programas de apoyo
a cuidadores/as puestos en marcha desde las instituciones públicas, cómo se articula el
discurso de los poderes públicos respecto a la vulnerabilidad de las personas cuidadoras, y si
estas herramientas diseñadas y puestas en marcha para paliar las consecuencias derivadas del
cuidado construyen o deconstruyen las relaciones de género.
Vulnerability is an inherent human condition. Despite constituting an (inter)dependency relationship, it is commonly assumed in care relationships that there is an invulnerable and a dependent person, and that the cared person is the invulnerable and dependent, so that only the one who is cared for should be the object of attention. However, caregiving can entail psychosocial risks for the caregiver, resulting in what is known as caregiver burden syndrome, who is most often a woman. This paper attempts to identify, through the gender perspective analysis, support programmes for caregivers implemented by public institutions, how public authorities' discourse on the vulnerability of caregivers is articulated, and whether these tools designed and implemented to alleviate the consequences of caregiving construct or deconstruct gender relations.