La Filología es un gran crisol en el que se forjan las palabras con las que damos
forma a nuestras ideas. Las lenguas nos unen de muchas formas. Son aquello que
construimos cuando las usamos. Y todas las personas las usamos. Y hemos escogido,
además, contribuir a que conozcamos mejor cómo se produce ese fenómeno, qué reglas
hay detrás y cómo podemos sistematizarlas y normalizarlas. El arma principal de la
Filología es vehicular una mejor compresión de la obra escrita y el público lector con
un lenguaje sencillo y cercano. También, está el beneficio implícito del saber guardado.
Cada vez que una filóloga o un filólogo estudian un texto, éste queda guardado en una
biblioteca, al servicio de la comunidad, donde generaciones futuras podrán consultarlo.